La transición energética a un sistema de energía de carbono cero requerirá tanto un cambio a la energía renovable como un aumento importante en la eficiencia energética. Por lo general, se tratan por separado, pero no son independientes. Cuando la electricidad renovable reemplaza a otros combustibles en la calefacción y el transporte, hay un cambio fundamental en el suministro de energía de las fuentes de calor a las fuentes de trabajo. Esto permite que tecnologías como las bombas de calor y los vehículos eléctricos ofrezcan grandes mejoras en la eficiencia energética.
De acuerdo a la Norma Técnica Colombia NTC 20500 del 25 de Noviembre de 1998, que establece un marco general sobre las condiciones de diferentes instalaciones y aplicaciones eléctricas cabe resaltar:
"Vale la pena resaltar el invaluable valor agregado que representa para el país el Código Eléctrico Colombiano, dado que es la materialización de las necesidades nacionales en aspectos de seguridad para las instalaciones eléctricas en construcciones, basadas en parámetros aplicados y validados mundialmente, los cuales garantizan al usuario una utilización segura y confiable de las instalaciones eléctricas. Por otro lado, propenden por la racionalización de la energía, obedeciendo a la necesidad imperiosa de preservar sus fuentes, como uno de los objetivos medioambientales que se deben lograr para evitar su agotamiento."
Sin embargo, no es un camino corto el que de debe recorrer para garantizar el cumplimineto de dicho marco regulatorio y aunque se han hecho avances significativos en la adopción de nuevas tecnologías que reduzca la emisión, esto no es suficiente si no se hacen los cambios de las estructuras que generan mayores ineficiencias en la corrección de problemas de calidad de energía que aumentan su consumo y que podrían tener solución.
En este campo PQS de Colombia se ha especializado en entregar a sus clientes por más de 20 años diferentes soluciones que corrigen problemas de raíz entregando al mercado los equipos de más alta confiabilidad que mejoran de manera sustancial la eficiencia energética de las instalaciones en diferentes sectores.
3 formas de acelerar la transición energética
1. Comenzar por mejorar la eficiencia energética
La eficiencia energética es la solución más rentable, tanto a corto como a medio plazo. Es la única fuente de energía que cada país posee en abundancia y, como tal, un medio universal para desvincular el crecimiento económico de la demanda de energía.
Como parte de una estrategia de cambio climático, la eficiencia energética por sí sola puede contribuir al 44% de las reducciones de emisiones de CO2 necesarias para 2050. Ser más productivo con cada unidad de energía que producimos también puede ayudar a cumplir los ODS con un aire más limpio y alimentos más nutritivos. cómodas aulas y ciudades habitables, y libera energía para impulsar los vehículos eléctricos. Si aumentamos la tasa global actual de renovación de edificios existentes del 1% al 2% por año, como recomienda la Agencia Internacional de Energía, será posible alimentar 550 millones de vehículos eléctricos en las carreteras para 2040 sin ninguna nueva demanda de energía.
2. Integrar las energías renovables y la eficiencia energética para lograr flexibilidad y resiliencia
La eficiencia energética es también la base para una proporción más rápida y mayor de energías renovables. Al trabajar juntos, las energías renovables y la eficiencia energética generan alrededor del 90% de las reducciones de emisiones de CO2 relacionadas con la energía necesarias para alcanzar nuestros objetivos climáticos. La última pieza del rompecabezas de la transición energética es asegurar que conectamos los sectores consumidores de energía (edificios para calefacción y refrigeración, transporte, agua e industria) con los sectores productores de energía a través del llamado "acoplamiento sectorial".
Los supermercados, por ejemplo, son un recurso energético sin explotar que puede suministrar tanto calefacción como refrigeración e incluso suministrar electricidad para el sector de la movilidad eléctrica. Tenemos miles de supermercados en nuestras ciudades y mantener la comida fría o congelada en todos estos sitios requiere mucha energía para enfriarla. El calor extraído en el proceso de enfriamiento, que actualmente se desperdicia, podría reciclarse como parte de una solución de energía inteligente y usarse para calentar la tienda o proporcionar agua caliente del grifo de forma gratuita. Los supermercados también podrían vender el calor a una planta de calefacción local y distribuirlo a través de los sistemas de energía del distrito.
De esta forma, las soluciones de recuperación de calor pueden ahorrar energía para otros usos y reducir la presión sobre nuestro sistema energético. Además, los edificios conectados, como los supermercados o los centros de datos, pueden ofrecer un exceso de capacidad en un sistema cada vez más basado en energías renovables, proporcionando flexibilidad cuando el sol no brilla o el viento no sopla.
3. Liberar el potencial trabajando juntos
Una transición energética sostenible es el camino y, trabajando juntos, podemos mover la aguja. Empresas, gobiernos e instituciones públicas y privadas ambiciosas y con visión de futuro se están esforzando por desarrollar e implementar soluciones a prueba de futuro.
En este momento de urgencia, es necesario un liderazgo decidido para ponernos en el camino crítico hacia el logro del Acuerdo de París y el objetivo global de energía sostenible, ODS 7. Sin embargo, a pesar de los ahorros rentables y varios beneficios para la salud y el medio ambiente, pocos países han aprovechado aún la verdadera oportunidad de la eficiencia energética como el habilitador clave de la transición energética en su política. Actuemos ahora. Ejecutemos en las formas comprobadas hacia el consumo de energía sostenible.